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Las enfermeras en el frente de batalla

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El lunes 27 de enero un reportaje en el periódico La Vanguardia, recordaba que el día 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería, conmemorando el nacimiento de Florence Nightingale (1820-1910). Es considerada la precursora de la enfermería profesional moderna. Sentó las bases de la profesionalización de la enfermería con el establecimiento, en 1860, de su escuela de enfermería en el hospital Saint-Thomas de Londres. Fue la primera escuela laica de enfermería en el mundo.

Su trabajo fue la fuente de inspiración de Henry Dunant, fundador de la Cruz Roja y autor de las propuestas humanitarias adoptadas por la Convención de Ginebra.

De fe anglicana, creía que Dios la había inspirado para ser enfermera. Alcanzó fama mundial por sus trabajos precursores de enfermería en la asistencia a los heridos durante la guerra de Crimea. A partir de ese momento fue conocida como «la dama de la lámpara», por su costumbre de realizar rondas nocturnas con una lámpara para atender a sus pacientes.

En 1883, la reina Victoria le otorgó la Real Cruz Roja, y en 1907 se convirtió en la primera mujer en recibir la Orden del Mérito del Reino Unido. En 1908, le fueron otorgadas las llaves de la ciudad de Londres.

El juramento Nightingale efectuado por los enfermeros al graduarse, fue creado en su honor en 1893. El Día Internacional de la Enfermería se celebra en la fecha de su cumpleaños.

El texto del juramento dice:

«Juro solemnemente ante Dios y en presencia de esta asamblea llevar una vida digna y ejercer mi profesión honradamente. Me abstendré de todo cuanto sea nocivo o dañino, y no tomaré ni suministraré cualquier sustancia o producto que sea perjudicial para la salud. Haré todo lo que este a mi alcance para elevar el nivel de la enfermería y consideraré como confidencial toda información que me sea revelada en el ejercicio de mi profesión, así como todos los asuntos familiares en mis pacientes. Dedicaré mi vida al bienestar de las personas confiadas a mi cuidado.»

Algunas enfermeras se hicieron famosas por su dedicación en situaciones bélicas o frente a las injusticias que las rodeaban, y que merecieron el reconocimiento de sus países:

Irena Sendler (1910-2008) (Imperio Ruso) También llamada como “El ángel del Gueto de Varsovia”. Fue una enfermera y trabajadora social polaca,  salvó a más de 2500 niños judíos de ser víctimas del holocausto.

Mary Mahoeny (1845-1926) Boston, EEUU. Primera enfermera afroamericana profesional y activista de los derechos civiles de la mujer.

Elvira Dávila Ortiz (1917 – 2008, Colombia) Pionera en la investigación de la transfusión de sangre, fundó el primer Banco de Sangre de Colombia y difundió que con las transfusiones podían salvarse vidas.

Dorothea Dix (1802 – 1887, Estados Unidos) Al estallar la Guerra de Secesión Americana no se contaba con ningún grupo estructurado de enfermeras, Dorothea organizó la Sociedad Médica del Estado de Carolina del Norte y fue superintendente de enfermería durante la guerra. Defendió unos cuidados dignos para las personas con deficiencias mentales.

En Inglaterra, durante la Primera Guerra Mundial, la Gran Guerra, surgieron diversos mitos en el campo de batalla, y uno de ellos fue el mito de la enfermera gentil y joven, que a menudo era voluntaria y miembro no entrenada del VAD (Destacamento de Voluntarias de Ayuda), vestida con su uniforme blanco e inmaculado, era universalmente admirado. El mito repetía historias que durante siglos se habían escuchado, desde el Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda hasta Enrique V de Shakesperare, sobre los bruscos pero valientes guerreros que encontraban jóvenes gráciles que se encargaban de cuidarlos. Sobre ellas y su experiencia personal escribió la enfermera Vera Brittan.

Vera Brittan

Cuando terminó la guerra, la mayoría de las VAD dejaron el servicio pero algunas de las más aventuradas viajaron hacia otras guerras.

Las que regresaron llegaron a sitios donde quedaban pocos hombres. Fue esa pérdida enorme de cientos de miles de jóvenes varones en Francia, Bélgica, Reino Unido, además de Rusia y, por supuesto, Alemania, lo que avanzó la causa de la igualdad y la extensión del sufragio a las mujeres.

En Edhasa, la enfermera Nieves Muñoz es autora de la novela Las Batallas Silenciadas, donde narra la terrible batalla de Verdún (Primera Guerra Mundial) desde la perspectivas de las mujeres de la guerra ofreciendo una visión heróica desde los hospitales de campaña.

https://www.edhasa.es/libros/1168/las-batallas-silenciadas

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