Un año más, la editorial Edhasa estuvo en la Feria de Madrid. Este año tocó colocarse en la Caseta 200, un número redondo. A la caseta acudieron muchos lectores y curiosos. El atractivo de la presencia de autores deseados animó a lo indecisos y los quince días de feria fueron un éxito. Los organizadores de la Feria han comentado que se ha registrado un incremento del 14% en ventas de libros respecto al año pasado 2018. Más dinamismo económico, más gente por todas partes, más alegría para todos los autores y editores. Y entusiasmo, mucho entusiasmo.
Por parte de Edhasa acudieron los autores Emilio Lara, Sergi Doria, Marina Mayoral, Francisco Narla, Teo Palacios, Javier Pellicer y Nieves Muñoz. Ahora, varios días después del fin de la Feria del Libro de Madrid, les hemos preguntado cómo han vivido la experiencia. Aquí tenéis sus respuestas.
DICE EMILIO LARA: La Feria del Libro de Madrid me parece el espectáculo literario más fascinante de España. El Retiro es un emplazamiento único, magnífico, y que miles de lectores paseen y compren libros bajo los árboles me parece algo cosmopolita y castizo. Este año ha sido mi cuarta feria, y cada año me gusta más acudir al encuentro con mis lectores, diversos en todos los aspectos, que me cuentan sus impresiones, me dan las gracias por hacerles pasar un rato entretenido o, simplemente, sonríen con la mirada encendida tras pedir mi firma. Y claro, tener al lado a Penélope, mi editora, significa saber que todo saldrá bien y que la amistad es compatible con el oficio.


DICE FRANCISCO NARLA: Visitar la Feria del Libro de Madrid es siempre un placer. Esta edición de 2019 con su asombroso número de visitantes no ha sido una excepción. Y es que es sin duda el contacto con los lectores lo que da sentido al trabajo de escritor. Nada mejor para un novelista que tener la oportunidad de compartir las opiniones de aquellos que se han sumergido en sus historias.


DICE TEO PALACIOS: Tras seis años acudiendo al encuentro de los lectores en la Feria del libro de Madrid puedo decir que esta ha sido la mejor con diferencia. Las cifras oficiales cantan, pero no me refiero solo a ventas y afluencia de público: también, y sobre todo, a sensaciones. Aunque puede que el fantástico tándem en el que me encontré junto a Javier Pellicer, las muchas risas y fantásticos momentos que vivimos durante las firmas de nuestros libros, tuviera mucho que ver. Y ver, por supuesto, que cada vez son más los lectores que me buscan y vienen a por mi último libro, o para conseguir aquel que les falta de mi biblioteca. Toda una experiencia esta FLM.


DICE JAVIER PELLICER: Esta segunda edición de la Feria del Libro de Madrid que he vivido como autor de Edhasa me ha servido para reafirmar las buenas sensaciones del año anterior. La ilusión por los libros, la alegría del público y la pasión que demuestran por la literatura es suficiente para irse satisfecho. Pero si además cuentas con una editorial que trata a sus autores como si fueran de la familia, la experiencia es insuperable. Solo espero poder seguir disfrutando de días como estos durante muchos años más.

DICE NIEVES MUÑOZ: Este año año he acudido por primera vez a la feria del libro de Madrid como autora y confieso que aún sigo algo ebria por todas las sensaciones buenas que me han inundado durante el fin de semana. Es un lujo poder charlar con los lectores, recibir su cariño y compartir la pasión por la literatura. Me llevo los bolsillos llenos de sonrisas y de ganas de seguir escribiendo. Y de volver, por supuesto, con nuevas historias para contar, que se las lleven a su casa y las puedan leer.


Por último, dice Penélope Acero, editora de Edhasa: Ir a la Feria de Madrid cada año es una obligación, pero también un placer. Para los editores supone muchas cosas, y la mayoría buenas: el contacto con nuestros lectores, que a lo largo del año se nos escapa desde nuestros despachos, por ejemplo, es algo que me parece maravilloso. Siempre nos enseñan cosas nuevas. El sentirte librero por un día y entender el otro lado del negocio. El reencontrarnos con los autores, que este año han sido muchos y aun así nos han faltado algunos… En resumen, amigos y más amigos. En fin, no diré que no es agotador, pero a la vez es reconfortante y divertido, y vuelves a casa llena de ideas nuevas. Y como este año, además, ha ido bien, te marchas con la esperanza de que el futuro va a ser bueno y el año que viene, cuando volvamos, la sonrisa será aún mayor.