Hoy, 8 de mayo, se cumplen 75 años del Día de la Victoria. Tal día como hoy pero de 1945 el conjunto de las Fuerzas Aliadas, representadas por el general Dwight D. Eisenhower, Comandante Supremo Aliado en Europa, aceptó la rendición incondicional de las fuerzas armadas de Alemania.
Adolf Hitler se había suicidado en su búnker el día 30 de abril. Por deseo de Hitler según indicó en su testamento, su sucesor fue Karl Dönitz, quien autorizó al coronel general Alfred Jodl a firmar la rendición alemana el 7 de mayo en Reims (Francia) ante franceses, estadounidenses y británicos; y el 8 de mayo el mariscal alemán Wilhelm Keitel firmó la rendición incondicional de la Wehrmacht en la sede de la Unión Soviética en Karlshorst, Berlín (Alemania).

En esos momentos, la guerra en Asia contra Japón continuaba en un final que aún parecía lejano, y la existencia de una bomba atómica funcional por parte de EEUU era un secreto conocido por muy pocos.
En Europa al menos llegó la paz. En Europa, la Segunda Guerra Mundial puede resumirse en algunas cifras:
-40 millones de muertos. De ellos, 25 millones corresponden a rusos.
-30 millones de personas (población civil) desplazadas.
-Descenso general de la riqueza de los países. En Italia, Holanda y Francia hubo descensos del 50% en el PIB en el año 1945 respecto a 1938. En Dinamarca, Noruega y Bélgica, al 90%. En Grecia, bajó hasta el 35%. En Alemania, al 80%. En Reino Unido, subió al 115%. En URSS, subió al 108%.
-En todo el continente, destrucción generalizada de infraestructuras de transporte (carreteras, ferrocarril), reducción de la flota mercante a un 61%, destrucción de viviendas (hasta un 20% en Alemania), devastación de ciudades (en Europa del Este y URSS, 17.000 ciudades quedaron devastadas), industria, medios productivos, pérdidas agrícolas y ganaderas (por ejemplo, en Polonia se perdieron el 70% del ganados, el 25% de los bosques, el 15% de las construcciones agrícolas)

El balance final era desolador: poblaciones desequilibradas, hambre y desnutrición, sin capacidad productiva, sin medios para la reconstrucción y sin capacidad de exportación. La decidida ayuda estadounidense (cuya producción industrial, empujada por el esfuerzo bélico, se había duplicado al final de la guerra) permitió la reconstrucción de Europa. Los gobiernos aprendieron la necesidad de colaborar de forma global, y fue el germen de la globalización económica y política actual: ningún país debe estar aislado de los demás. Desembocó en la creación de la Sociedad de Naciones, de la Organización Mundial de Comercio, y después en la CECA, la CEE, la Organización de Naciones Unidades (ONU) y la Unión Europea.

EEUU ya no podía estar al margen del mundo. Se influencia global se mantiene hasta hoy. Tras la Segunda Guerra Mundial llegó la Guerra Fría pero eso es otra historia.
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